Ha llegado el 20N, ha pasado y ha dejado el resultado que todos esperábamos: fostión electoral del PSOE y subidón del PP. ¿Algo positivo? Algunos escaños perdidos por los rojitos han ido a parar a partidos menores (algunos asoman la cabeza y otros ganan algún escaño) Aunque tildarlo de positivo tal vez sea algo prematuro, vistos algunos de los nombres...
En fin, las elecciones se han celebrado, los votos están escrutados, el resultado ha salido y no nos queda más remedio que aceptarlo. Al menos, durante los próximsos cuatro años.
Por FB están muy pesados con links de "cómo quedarían las cámaras si nuestro sistema electoral fuese otro". Bueno, tengo que decir que a mí me tocó empollarme el funcionamiento (teórico) del sistema. Y si te vas a una facultad como la mia y te dedicas a preguntar a los profesores que controlan algo el tema (Ciencias Políticas, Derecho Constitucional...) cada uno te dará una visión y te enumerará una lista de posibles ventajas y desventajas del sistema.
De nuestro sistema electoral (que, por cierto, viene explicado en la
LOREG, que aquí todo el mundo lo comenta pero me da que la ley sólo nos la leemos los pringaos que llevamos su contenido a examen...) no me voy a poner a divagar, que ya lo ha hecho bastante gente. Por eso, y porque todo el mundo critica el sistema, pero nadie dice otras cosas.
Como por ejemplo, que es un sistema que puede cambiarse si votamos de manera mayoritaria a un partido que abogue por hacerlo. ¿Que no lo hay? La LOREG (y la CE) nos reconoce tanto el derecho a elegir como a ser elegidos. Pero lo de crearse un partido, apoyarlo y peleárselo, y mantener los principios es algo que ya... como que no nos apetece tanto, ¿no?
Con esto lo que quiero decir es que en este país es común protestar por cómo están las cosas, pero apenas se hace un uso realmente efectivo de los medios (que, lo creais o no, existen... o eso, me están timando con medio temario...) de los que disponemos para provocar cambios. Y no me refiero a ir por ahí quemando contenedores o poniendo bombas ¿eh?
Técnicamente, dado que esto es una democracia (aunque a veces no lo parezca), hay medios para que el pueblo pueda cambiar todo lo que quiera cambiar. El problema es que estos medios no son fáciles de emplear. Suelen ser procedimientos complejos, que requieren un gran esfuerzo el consenso de muchas personas. Y aquí la hemos liado, porque en este país otra cosa no, pero vagos con ganas de discutir somos todos.
Hay una razón para que esto sea así. Imaginaos que fuese fácil presentar proyectos de ley (hay algo llamado iniciativa legislativa popular, pero está muy limitada) O que la reforma constitucional fuese tan fácil como aprobar un reglamento. Esto sería un puñetero caos. Pero eso no significa que las cosas no puedan cambiarse. Significa que no es fácil. Pero difícil no es imposible.
Volviendo al tema de las elecciones... a mí, más que el sistema electoral, lo que me preocupa es la... cómo llamarlo... ¿incompetencia? de los votantes. ¿Por qué? ¿Habeis visto el ostiazo electoral del PSOE?
Se supone que la política en este país, explicada así en plan Teletubbie, es PP=derecha, PSOE=izquierda (al menos, cuando yo era pequeña y no entendía estas cosas, me lo explicaban más o menos así. Y así lo siguen explicando algunos...) Y digo yo, gente que dice ser de izquierdas o socialista o como leches lo querais llamar... Si el PSOE pierde votos porque, dicen, se ha ido hacia la derecha... ¿porqué parte de esos votos no llegan a los minoritarios?
Esto es bastante más complejo que la política Teletubbie, ya lo sé, pero creo que el desinformismo electoral de los votantes es lo peor que tiene este país.
Para empezar, hay una especie de creencia bastante generalizada que reduce la política al PP por un lado, el PSOE por otro y por en medio una cosa que llamamos partidos minoritarios. A ver, amigos, somos bipartidistas porque nos empeñamos en votar a dos grandes partidos. Hay muchas excusas para ello (aparte de la única razón válida: que crees en su política), pero la más extendida es "total, para lo que sirve votar a los otros..." Recordad que cada voto que NO va a los mayoritarios, va a los minoritarios. Y si nos ponemos a ello, podemos restarle fuerza a esos dos gigantes (que alimentamos nosotros, os lo recuerdo) y dársela a los otros. Os aseguro que si todas las personas a las que he oído decir lo de "total, para lo que sirve..." o similares hubiesen votado a otro partido, PSOE y PP tendrían unos cuantos escaños menos.
El otro gran problema es la manía que tiene la gente de votar a fulano o a mengano porque es fulano o mengano. Vamos, que si Belén Esteban se presenta como cabeza de lista de la Falange (que por cierto, hay dos) son capaces de ganar unas elecciones.
Esto tal vez no sea tan escandoloso en las generales, pero en las locales... En las últimas, dado que yo llevo poco tiempo en ese pueblo y vivo metida en mi estudio, le pregunté a mi abuela por los candidatos y sus programas. No tengo ni puta idea de qué coño pesaban hacer cada uno en el pueblo, pero sé dónde viven, a qué se dedican sus padres y sus parejas, cuántos hijos tienen, si son de cole público o privado, si son de familia de aquí de toda la vida o si vienen de fuera y de todos los rumores sobre su vida personal y posibles chanchullos políticos. ¿Os parece normal? Bueno, normal es, pero no debería.
Nuestro sistema no pide el voto para los candidatos, sino para las opciones políticas. Por tanto, tendría sentido que no se conociera siquiera los nombres de la lista (esto lo cumplimos a rajatabla, ¿eh? ¿O alguien sabe quién era el octavo en la lista del PSOE), porque los nombres serían poco relevantes. Lo relevante sería el programa electoral. Y no me refiero a los panfletitos que echan por el buzón o a los mítines que sueltan por ahí, sino a un documento que tiene un porrón de hojas, que se puede encontrar en la página web (y en más sitios estará, digo yo). Que conste que yo me he leído unos cuantos, ¿eh? Primero por conocer mejor lo que dicen y segundo para buscar esa solución mágica del PP, que nos va a arreglar la vida a todos.
En fin, resumiendo un poco todo esto... más que criticar el sistema electoral, si se quiere conseguir un cambio, yo empezaría por concienciar a la gente de que el voto responsable requiere un poquito de esfuerzo (y esta es la parte que a nadie le gusta, reconocedlo). Hay que informarse, mirar las promesas de los partidos, mirar su programa electoral, mirar su trayectoria... Uno no puede tragarse los mítines de la tele (que en el fondo son prácticamente iguales) y luego ir a votar sin saber nada más que el nombre de tres o cuatro líderes de partido.
Se dice que en este país tenemos un bipartidismo imperfecto. Lo que cuesta reconocer es que nos empecinamos en mantenerlo.
Que el sector dedicado a la política de este país merece un repasito es otra cosa. Que si los pillan los revolucionarios franceses con la guillotina, se lía parda (y no sólo en este país. Mirad a Berlusconi, por ejemplo)
En fin, Mariano, mucha suerte. Espero sinceramente que te pille la salida de la crisis (porque, seamos realistas, tú de la crisis no nos sacas. Se va a ir ella cuando le parezca) porque de lo contrario algunos te van a querer linchar. Y aplica las tijeras en otro sitio que no sean educación y sanidad, por favor. Que a este ritmo, vamos a acabar volviendo a la época del estudio en casa y el curandero repartiendo hierbas y sangrando gente.
PD. Sobre la reforma constitucional tengo que decir que hay dos procedimientos, el simple y el agravado. Las cosas realmente importantes (Corona incluida, por ejemplo) se tienen que reformar por el agravado. El problema es que el agravado contempla una serie de cosas, entre ellas la posibilidad de presentar (y por ende, la necesidad de votar) cualquier enmienda que se quiera hacer, la necesidad de mayorías cualificadas para aprobar un texto y la necesidad de convocar unas nuevas Cortes (osease, elecciones generales como las que acabamos de tener) que ratifiquen la reforma. Vamos, que para algo tan simple como poner tippex sobre la parte de la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona hay que armar un cirio... Esto está pensado para evitar que la Constitución baile al son de los vaivenes políticos. Lo creais o no, en general, es una ventaja. Porque es la mejor manera que se ha encontrado de proteger nuestros derechos, por ejemplo. Y la principal razón es que iniciar un proceso de reforma constitucional agravado es como abrir la caja de Pandora. Bueno, me estoy extendiendo. Cuando me toque repasarme esto, ya haré un post (si eso...)